Elegir una carrera profesional es una decisión trascendental en la vida. No hacerlo sabiamente puede hacer que tu hijo sea infeliz durante sus horas en la universidad y a largo plazo, que no cumpla todas sus metas o sueños.
¿Sabías que en México sólo el 38% de los jóvenes que inician la universidad logran terminarla?
Para evitar lo anterior, te recomendamos 8 sencillos pasos que puedes aplicar con tu hijo y que dará a ambos un panorama más claro sobre su educación superior, evitando así que sea parte de las estadísticas de deserción escolar.
Sabemos que al egresar de la preparatoria tu hijo ya debería haber tomado una decisión y aplicado a una o dos universidades, sin embargo, no pasa nada si no sabe qué estudiar. Lo importante es que no lo fuerces a tomar una decisión que lo hará infeliz durante la universidad y en su vida profesional.
Sabemos que sueñas con tener un médico en la familia pero quizás a tu hijo le marea la sangre. Descubrir cuáles son los talentos, no sólo lo hará feliz sino que le permitirá destacar en algo para lo que es bueno y tiene talento natural.
Si no se decide entre ser un contador o un administrador, pueden buscar a un amigo o conocido que tenga experiencia en esos campos y hablen al respecto. Después de eso se sentirá más tranquilo y tendrá más fundamentos para aclarar sus pensamientos.
Si ya tiene muy definida cuál será su carrera anímalo a realizar su servicio social en una empresa especializada en ese rubro. Eso lo motivará más o lo hará desertar, el punto es que tenga toda la información necesaria para elegir bien y que no se deje llevar por lo que otros le dicen o pensamientos idealizados.
Imaginemos que sueña con ser administrador turístico pero odia los aviones, no soporta los climas extremos y no le gusta comer fuera de casa. Una carrera profesional no sólo se trata de interés también se requiere pasión y practicidad. Si no está a dispuesto a cambiar sus hábitos, difícilmente lo logrará.
Muchas carreras profesionales están de moda y por lo mismo se ofertan en muchas universidades, lo anterior no es garantía de éxito. Mientras más demanda, más competencia, más alto es el nivel de exigencia y generalmente, sueldos más bajos. No se trata de que lo convenzas de no ser chef o músico, sino que entienda cuál es el panorama para el futuro por profesión y por lo mismo se prepare para ser más competente y sepa que no será fácil posicionarse.
Algunas universidades son muy caras, por lo mismo, deberán hacer un presupuesto no solo de colegiaturas, sino también de materiales, hospedaje (en caso de ser necesario) y todo lo demás. La universidad es extenuante por sí misma, no querrás que tu hijo viva preocupado también por el dinero. Una buena alternativa es buscar una beca y apoyarte de los convenios con universidades de los colegios por lo que será más fácil después de egresar.
A pesar de las altas expectativas que tengas sobre él, hazle entender que tiene tu apoyo sin importar cuán exitoso sea o si decide cambiar de carrera. Saber eso lo alentará a tu hijo a dar lo mejor de sí y te acercará a él.
¡Ahora ya lo sabes! Si tu hijo adolescente ya entró a la preparatoria habla con él al respecto y vayan aplicando estos sencillos pasos, sin prisas y apóyate de sus profesores.