Muy buenos días a los guapos y a los feos por igual. Solo tú decides a qué grupo perteneces.
¡Muy buenos días, criaturas de la mañana!
Hoy es el día perfecto para recordar que la belleza está en el ojo del café, digo, del espectador. Así que, ya sea que te mires al espejo y te veas como una obra maestra digna de un museo o como un experimento científico que salió un poco extraño, recuerda que tienes el poder de clasificarte en el grupo de los magníficos o de los magníficamente únicos.
¡Adelante, abraza tu estilo y roba algunas sonrisas mientras desafías las leyes de la gravedad capilar!
¡Feliz día, ya sea que te enfrentes al mundo con confianza desbordante o con encanto peculiar!