La mañana es maravillosa. Su único inconveniente es que viene en un momento incómodo del día.

¡Buenos días, MUNDO!

La mañana llega como un vendedor ambulante en el momento más inoportuno del día: ¡justo cuando estábamos disfrutando ese profundo y apacible romance con nuestra almohada! Pero hey, al menos la mañana tiene ese encanto travieso de interrumpir nuestro sueño con un “¡Despierta, aventurero somnoliento!”

La vida es un cómic y la mañana es definitivamente ese personaje secundario que entra en escena sin previo aviso, despeinado y lleno de energía, mientras nosotros tratamos de encontrar nuestras zapatillas en un estado semi-zombi.

¡Aquí vamos a conquistar el día, aunque nuestra relación con las mañanas sea un eterno tira y afloja!