Ríe y el mundo reirá contigo, eso sí, no ronques porque si no dormirás solo
¡Buenos días, maestros del buen humor y guardianes del silencio nocturno!
Recuerda, reír es como la moneda de cambio en el mercado de la felicidad, ¡pero ten cuidado con la inversión equivocada! Porque si roncas más fuerte que una orquesta de elefantes en una fiesta de almohadas, la única compañía que tendrás en la cama será tu fiel amigo peluche.
Así que, a reír con moderación y a susurrarle a los ronquidos que se tomen una pequeña siesta durante la noche.
¡Feliz despertar, embajadores de la risa y expertos en dormir en modo sigiloso!