Los celtas, antiguos pueblos indoeuropeos que habitaban gran parte de Europa occidental, tenían una concepción particular del significado de los sueños. Para ellos, los sueños eran considerados como una forma de comunicación con el mundo espiritual y una vía para obtener información y orientación en su vida diaria.
Los celtas creían en la existencia de un plano espiritual paralelo al mundo físico, y veían los sueños como una ventana hacia ese mundo. Consideraban que los sueños eran una puerta de acceso a la sabiduría ancestral, donde los antepasados y los dioses podían comunicarse y ofrecer consejos y advertencias.
En la cultura celta, los sueños eran interpretados en base a símbolos y visiones específicas. Cada elemento del sueño tenía un significado particular y se creía que proporcionaba pistas sobre eventos futuros, revelaciones personales o mensajes espirituales. La interpretación de los sueños se basaba en la conexión con la naturaleza y los ciclos de la vida, así como en la observación de los símbolos recurrentes en la tradición celta.
Además, los celtas consideraban que los sueños tenían la capacidad de influir en la realidad y que podían ser utilizados como herramientas para la magia y la curación. Los sueños también eran vistos como un medio para recibir profecías y visiones, y se les daba importancia en la toma de decisiones y en la planificación de actividades importantes.
Los druidas, los sabios y líderes espirituales de los celtas, desempeñaban un papel fundamental en la interpretación de los sueños. Estos sacerdotes y chamanes celtas eran considerados expertos en el mundo onírico y se encargaban de descifrar los mensajes ocultos en los sueños y ofrecer orientación espiritual a la comunidad.
En resumen, para los celtas, los sueños eran considerados como una forma de comunicación con el mundo espiritual y una fuente de sabiduría ancestral. Los sueños proporcionaban consejos, revelaciones y mensajes espirituales, y se creía que tenían la capacidad de influir en la realidad. La interpretación de los sueños se basaba en símbolos y visiones específicas, y los druidas jugaban un papel clave en descifrar los mensajes y ofrecer orientación espiritual.