La disciplina en la reposición del orden.
Sobre todo, no hay que cargarse con lo inútil, sea en la vida cotidiana o en los pensamientos, ideas o relaciones. En conjunto, siempre hay que intentar ir a lo esencial. Cuando uno se siente que pierde o derrocha su tiempo con futilidades, es bueno recurrir a su espíritu lógico y selectivo. Un buen uso de la disciplina excluye toda coacción, pero implica una constante puesta o reposición del orden.