Si a menudo te autocriticas o te juzgas mucho, esta visualización es ideal para ti. Desarrollar una voz cariñosa y cierta bondad hacia uno mismo es una habilidad clave que debemos aprender en todo entrenamiento mindfulness. Esto quiere decir que todo el mundo tiene la capacidad de alimentarse a sí mismo y esto es esencial si somos demasiado duros con nosotros mismos para ello:

#1 Imagen de una mascota.

Crea la imagen en tu mente de la mascota más dulce que puedas imaginar. Una mascota ideal, así como el gato con botas de Shrek cuando pone sus hermosos ojitos. Si tienes una mascota a la que amas ya tienes la imagen perfecta.

#2 Observa cómo le hablas.

Cuanto tu mascota es obediente ¿Como le hablas? acaso no la acaricias y abrazas cariñosamente. Eso sí, cuando no lo es, le hablas firme, pero a la vez cariñosamente.

#3 Visualiza el momento.

Teniendo la imagen de la mascota y observando cómo te diriges a ella. Es momento de relajarse y visualizar a tu mascota cometiendo alguna fechoría. Cierra los ojos y visualiza la escena, mientras se va formando en tu mente analiza cómo la regañarías, que le dirías, que tono de voz utilizarías. Imagínate la escena, trata de vivirla y observa que en ningún momento se pierde la dulzura.

#4 Afirmación de mascota.

 Abre los ojos y afirma mentalmente (lo puedes decir en voz alta) que a partir de este momento te hablaras a ti mismo de la misma manera que lo harías con tu mascota.

Este ejercicio de mindfulness es excelente para entrenar a nuestra mente a hablarnos de forma cariñosa y genuina sin perder la firmeza o propósito. Lo puedes realizar 5 minutos al día para ir reprogramando tu mente y dejar de criticarte de la forma en que lo vienes haciendo hasta ahora.

Coméntanos tu experiencia al realizarlo y si te ha funcionado compártelo con tus amigos.