Saber de qué manera conocemos la realidad los seres humanos, como nos relacionamos con el mundo, como los sentimos o percibimos, es un tema que ha interesado a los psicólogos desde siempre…
La sensación y los estímulos: La realidad exterior es captada por las personas y los animales a través de los sentidos. Nuestros receptores sensoriales son como ventanas hacia el mundo: reciben una información que llega hasta el cerebro, donde es procesada antes de producir una respuesta orgánica. Para que estos receptores sean activados necesitan estímulos…
La percepción sensorial: En la percepción interviene otro proceso más: el reconocimiento del objeto como algo específico. La percepción es un mecanismo complejo por el cual organizamos e interpretamos las sensaciones que nos producen los estímulos del medio y se nos hacen presentes objetos y acontecimientos como hechos previstos de significado….
Factores que intervienen en la percepción: En el acto perceptivo es procesada tanto en los receptores como en el cerebro. En los organismos simples, los receptores se encargan de la mayor parte del trabajo; en los complejos, como el humano, el cerebro se encarga de la mayor parte de este procesamiento. Características del receptor…
“Los conceptos de sensación y percepción son básicos, pues a partir de ellos, puedo ir hacia mi interior y mejorar la comunicación en las relaciones.
Siento en primera instancia desde el cuerpo, desde lo que mis sentidos registran y a partir de mi historia podré identificar la emoción que surge a partir de ese sentir y generaré una percepción del afuera. Todo esto sucede tan rápido que en muchas ocasiones sólo termino haciendo un juicio de lo percibido.
¿Cuáles la desventaja de hacer ese juicio? Que doy por hecho cosas, sucesos, emociones, etc. del afuera y que terminan por impactar en mí, la mayoría de las veces; de manera negativa.
Por esto, es importante distinguir lo que siento y percibo, para que cuando me comunique con el otro, lo haga desde ese lugar; no es lo mismo decir “Te percibo enojada, ¿tienes algo? o ¿es cierta mi percepción?” a “ya ves, claro que estás enojada”.
Indice de contenido Sensación y Percepción.
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN
De los estudios que se han venido realizando a lo largo del último siglo sabemos, por ejemplo, que los murciélagos detectan sonidos inaudibles para las personas, que algunos animales, e incluso algunas personas, ven el mundo en blanco y negro, o que algunas tribus africanas que viven en chozas redondas y aran sus campos en círculos ya que no interpretan las líneas rectas como nosotros.
Todo esto quiere decir que en realidad desconocemos como es en verdad el mundo. Solo tenemos la interpretación de él que nos permiten nuestros sentidos, que nuestro cerebro es capaz de procesar y que hemos heredado de nuestra cultura.
El proceso por el que conocemos el mundo físico que nos rodea puede esquematizarse en los siguientes:
ESTIMULO – SENSACIÓN – PERCEPCIÓN.
La precisión sensorial es la percepción de personas, básica para interpretar nuestro mundo social y desenvolvernos correctamente en él. Tanto la percepción de objetos como la de personas han sido estudiadas desde la perspectiva de la Gestalt.
En la percepción de personas intervienen tres factores: la persona que percibe, la persona percibida y la información que se recibe. De los tres depende el proceso de formación de impresiones.
En la vida práctica del conocimiento de los mecanismos de la percepción son prácticamente inagotables. Estudios relacionados con ella se han utilizado para medir la sensibilidad de los operadores de radares, la respuesta a anuncios publicitarios, la estructura de la personalidad, evaluar el testimonio de los testigos oculares en los juicios, determinar las causas de accidentes aéreos, diseñar instrumentos para ciegos que sustituyen la visión o aparatos de control remoto en la investigación espacial, entre otras muchas aplicaciones.
LA SENSACIÓN Y LOS ESTÍMULOS.
La realidad exterior es captada por las personas y los animales a través de los sentidos. Nuestros receptores sensoriales son como ventanas hacia el mundo: reciben una información que llega hasta el cerebro, donde es procesada antes de producir una respuesta orgánica.
Para que estos receptores sean activados necesitan estímulos, es decir, ondas luminosas o cualquier otro tipo de energía física capaz de producir reacciones psicológicas.
La recepción de estos estímulos constituye la sensación, que es el proceso de recopilar información referente a lo que nos rodea. Con la sensación detectamos un estímulo, pero no sabemos que es. Es preciso que el cerebro procese toda la información sensorial recibida para que adquiera un significado, y este procesamiento es lo que conocemos como percepción. Con otras palabras, si nos encontramos en medio de un bosque, un sonido extraño (estimulo) nos pone en alerta (sensación), hasta que lo identificamos (percepción) como de ramas agitadas por el viento.
Esto quiere decir, al contrario de lo que se piensa a primera vista, que las cosas no tienen color o sonido por si mismas, sino que estas cualidades que les atribuimos son creadas en nuestro cerebro. Las sensaciones resultan puras abstracciones y solo existen integradas en el complejo proceso que constituye la percepción.
Receptores Sensoriales.
Exteroceptores – Responden a estímulos originados fuera del cuerpo. Coinciden con los cinco sentidos clásicos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.
Interoceptores – Reciben la estimulación interna del propio organismo, como por ejemplo el hambre. Se encuentran situados en los sistemas respiratorio, digestivo, etc. Y en el interior de las vísceras.
Propioceptores – Reciben información sobre el movimiento y situación de cada una de las partes de nuestro cuerpo y controlan las respuestas maculares necesarias, por ejemplo, para caminar. Se hallan en los músculos, tendones y articulaciones.
Nociceptores – Transmiten las sensaciones de dolor localizadas en cualquier parte del organismo.
Umbrales de Sensación.
No todos los estímulos o fuentes de energía física que llegan a los sentidos son capaces de generar sensaciones. Piense en los sonidos: algunas frecuencias no son percibidas por el oído humano, anqué sabemos que sí lo son por algunos animales. Lo mismo ocurre con las ondas luminosas, las olfativas, etc.
Nos encontramos, por tanto, con la necesidad de determinar qué cantidad de estímulo es necesaria para que un receptor sensorial concreto la detecte. Para responder a esta cuestión se ha definido el umbral mínimo o absoluto, que es la mínima cantidad de estímulo necesaria para excitar un receptor sensorial. Otra cuestión que se deriva de esto es conocer el umbral máximo, que se define como la máxima cantidad de estímulo que puede detectar un sentido. Y aun podemos cuestionarnos una tercera, a la que responde el concepto de umbral de diferencia, que es la diferencia más pequeña en intensidad entre dos estímulos que se pueden notar. (Que diferencia en intensidad debe haber entre dos luces para que podamos constatarla).
El psicólogo alemán Weber descubrió la ley que lleva su nombre para calcular este umbral diferencial o diferencia apenas perceptible, es decir, la cantidad de estímulo que hay que añadir para que el perceptor aprecie una diferencia. La cantidad necesaria varía según el tipo de estímulo, pero se mantiene constante dentro de la misma clase de ellos. Esta ley, dice que la diferencia apenas perceptible es proporcional a la magnitud del estímulo original.
LA PERCEPCIÓN SENSORIAL.
En la percepción interviene otro proceso más: el reconocimiento del objeto como algo específico. La percepción es un mecanismo complejo por el cual organizamos e interpretamos las sensaciones que nos producen los estímulos del medio y se nos hacen presentes objetos y acontecimientos como hechos previstos de significado.
A veces experimentamos sensaciones aisladas antes de darles un significado. Percibimos directamente una manzana, no una suma de colores, olores o formas. La percepción depende del mundo que nos rodea y también de la persona y el momento en que se percibe.
Teorías sobre los Mecanismos de la Percepción.
Estructuralismo – Wundt – primero se reciben las sensaciones aisladas, y luego el cerebro las asocia estas sensaciones entre sí para percibir el objeto en su totalidad. La percepción responde así a leyes fijas y la persona tiene un papel pasivo en el proceso. Esta idea ha sido abandonada por la comunidad científica.
La Gestalt – afirma que la percepción no consiste en la suma de sus elementos, sino que percibimos totalidades estructuradas o formas organizadas. El organismo posee una capacidad innata para percibir estas formas organizadas.
Cognitivismo – La percepción se halla relacionada con otras facultades, como la memoria y la toma de decisiones. La persona aprende a predecir, creando esquemas cognitivos para dar significado a las sensaciones que recibe de su entorno.
Neuropsicología – La percepción depende de la actividad neuronal y de las conexiones que se producen entre neuronas gracias a la experiencia y el aprendizaje.
Operaciones Sensoriales.
Los sentidos realizan cuatro operaciones en el proceso de la percepción: detección, transducción, transmisión y procesamiento de la información.
Detención – El grupo de células sensibles a un tipo de energía particular es conocido como receptor. Por ejemplo, algunas células de los ojos captan el tipo de energía electromagnética que conocemos como visión.
Transducción y transmisión – Los receptores convierten el tipo de energía que captan en señales electroquímicas que el sistema nervioso convierte en impulsos nerviosos. Estos impulsos nerviosos viajan hacia zonas específicas del cerebro para su procesamiento.
Procesamiento de la información – La información sensorial influye simultáneamente las características del estímulo y la constitución del receptor. Y aunque las fronteras entre uno y otro son difíciles de delimitar, nadie cuestiona en la actualidad la importancia para ambas.
FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA PERCEPCIÓN.
Características del receptor.
En el conocimiento que cada receptor tiene de la realidad que percibe intervienen sus habilidades constructivas, fisiológicas y sus experiencias.
- Habilidades constructivas – son el conjunto de operaciones cognitivas que realizamos al procesar información: hipótesis (respecto a la importancia de la información), anticipación (respecto a lo que sucederá debido a lo que se acaba de detectar), almacenadoras (retención de la información) e integradoras (procesamiento de los datos).
- Habilidades Fisiológicas – hacen posible la recopilación de la información. Además de las propias de cada especie, cada individuo presenta variaciones perceptuales con respecto a sus congéneres.
- La experiencia – conforma el punto de vista de cada receptor, pues cada situación experimentada crea determinadas expectativas. Por ejemplo, si vemos un árbol del cual se caen las hojas, percibimos el otoño porque interpretamos esos datos por experiencia.
La influencia de la cultura.
El medio social y la cultura desempeñan un importante papel en la experiencia perceptiva. El ejemplo más claro de esta influencia es el lenguaje. A través de él los sucesos y los objetos adquieren un sentido simbólico, de manera que las palabras no solo designan algo concreto, sino también unas características abstractas (un chale en la playa significa también vacaciones, descanso, poder adquisitivo, etc.) Por el contrario, una comunidad social puede necesitar de un número mayor de palabras para designar una misma cosa, pues esta es percibida con un número más elevado de matices (por ejemplo, el camello tiene más de cuatrocientos nombres en la lengua árabe, según designe un camello de determinada edad, que sea hembra, preñada, etc.)
Otros estudios han corroborado que se aprende a percibir. Por ejemplo el antropólogo Colin Turnbull llevo a la planicie africana a un grupo de pigmeos que solo conocían el bosque. Cuando uno de ellos vio un grupo de búfalos en la lejanía, creyó que tenían el tamaño de insectos, puesto que estaban acostumbrados a verlos siempre dentro de los límites del bosque, más cercanos que los de la planicie.
La Atención.
El acto de percibir requiere una selección. Pero lo general, las personas y animales prestamos más atención a lo externo que a lo interno, y nos centramos en la información más significativa, es decir, en lo que nos resulta novedoso, inesperado, intenso o cambiante.
Otras influencias importantes para que prestemos una mayor atención a algo son las necesidades (comida, peligro, etc.) motivaciones (no nos perderemos un detalle en una conferencia sobre un tema que nos interesa) y valores (se ha demostrado, por ejemplo, que las personas con prejuicios raciales respecto a los judíos identificaron con mayor facilidad la presencia de individuos de esos rasgos en una colección de fotografías donde se mostraban personas blancas).
También el tipo de estímulo (tamaño, color, luminosidad, movimiento, repetición) o el hecho de que nos resulten agradables o desagradables, afectan a la atención.