El nombre de este pequeño pájaro proviene de los romanos que la denominaban avis galerita, de galea, dando al final alauda y luego aloe.
La Alondra tiene un plumaje marrón y beige; hace sus nidos en los campos, canta mientras vuela y es un pájaro útil para la cosecha ya que se alimenta exclusivamente de insectos.
Su peculiaridad más interesante es que puede volar a 400 metros de altitud.
Los ancestros se fijaron en ella por su canto melodioso que hace vibrar lo más profundo del alma a quienes la escuchan y como canta mientras vuela, se le identifico como la personificación de la alegría de vivir, de la felicidad y de la plenitud.
Para los bárbaros la alondra era sagrada y según cuenta la leyenda mítica griega, ya existía en la tierra y en el cielo mucho antes de que aparecieran los dioses.
Representa a una persona que a pesar de ella, se encuentra al principio de algo o inaugura una situación. Hay cierta despreocupación en este tipo de personalidad ya que cuentan con una gracia natural, un lado bondadoso que puede volverse negligente, inconscientemente, porque no presta la atención necesaria a lo que hace.
Esta personalidad corre el riesgo de no recoger todos los frutos de su esfuerzo, si no vigila, o se da cuenta de que se habrá esforzado mucho para tan poco resultado. Pero, por otra parte, también puede tratarse de un individuo consciente de su deber, de sus responsabilidades, de la confianza que se le concede y de la misión que debe cumplir.
Ante la situaciones, la Alondra, anuncia el principio de una situación, pone de relieve las primicias de ciertos acontecimientos que van a producirse, o se refiere a los primeros pasos que se hacen hacia una nueva vía.
Puede tratase también de una misión de confianza que se concede a alguien que deberá representar un papel de mediador o que deberá actuar como mensajero de una noticia importante, primordial, que se anunciara a su debido tiempo.
En ocasiones, revela simplemente un periodo feliz, durante el cual todo parece seguir su curso con normalidad.
En cuanto a los augurios negativos, la Alondra nos indica una iniciativa a tomar para desbloquear una situación estancada, paralizada y pone en guardia contra las habladurías u oídos, de los que se verá víctima o instigada.
El Tango y su misteriosa relación con el ave LA ALONDRA..
Un profesor de filosofía, que acostumbraba a introducir el tema tango en sus clases, supo una vez preguntar a su alumnado quien conocía el nombre de un pájaro cantor de la familia de los aláudidos de 17 a 20 cm de largo, con la uña del dedo posterior de cada pata casi recta, más larga y afilada. Como nadie contestaba, agregó: canta en el vuelo tanto más fuerte cuando más alto. De plumaje marrón de distintos tonos en el lomo y el vientre liso, más claro, que anida en el suelo, habita zonas cálidas y todos los que escuchamos tangos lo conocemos de nombre pues aparece frecuentemente. Finalmente, alguien pronunció «la alondra».
Se podría decir que es el ave predilecta de cierta fantasía tanguera. Posiblemente, sea su nombre una motivación poética, un recuerdo de ciertos rincones franceses y españoles, ya que en esos países fue utilizado por mujeres, que han transitado el medio artístico adoptándolo como seudónimo.
Uno de los alumnos formuló la pregunta esperada: «Todo muy instructivo, pero ¿qué relación tiene la alondra con el tango?» Y el profesor respondió: «Ni en Buenos Aires, ni en el resto del país existen alondras».
Todo en esta noche se ha tornado alegre… yo no sé por qué
Me parece la Luna más bello…
y mis ilusiones ¡frágiles alondras! han vuelto a crecer
¡y en sus picos titilan estrellas!
Una voz me dice: “Pronto irá a tu lado la felicidad”
…una voz que me llego del alma…
que me lleva hasta el cielo en sus alas.
Son mis ilusiones ¡frágiles alondras que quieren volar!
Les comparto el siguiente link para los que quieran escuchar el Tango ALONDRAS
