Mitos y Leyendas del Pato.
Antiguamente, el paují que ahora vuela muy bien no volaba, sino que andaba por el agua en su “curiara” como actualmente los patos. En cambio, los patos, no andaban como ahora por el agua, sino que volaban muy bien.
Una vez un pato, envidioso del paují que podía andar por el agua, peleo con él. El pato le dio al paují un golpe en el pico y se llenó de sangre. De otro golpe que le dio, lo tendió sobre la ceniza y el paují quedo manchado del color blanquecino de la ceniza y de la sangre quedo con el pico colorado. – Vaya explicación de los colores–
Entonces el paují enfurecido, le dio unos golpes al pato en el pico y se aplasto. Se le puso chato. No contento con esto le dio unos cuantos picotazos en la cara y se la dejo toda mujienta.
Entonces el pato no se dio por vencido. Enfurecido le quito la curiara al paují y se la puso él y así ahora puede andar por el agua. Desde entonces, ya no es como antes. Ahora el paují anda volando por el aire de árbol en árbol. En cambio, el pato no vuela como antes; ahora camina muy bien por el agua.
Desde aquella pasmosa pelea, para nuestros ancestros, los patos tienen la nariz chata, las patas en forma de curiaras “canoa” y la cara mujienta. Ya que, desde tiempos inmemorables se le ha atribuido cierta torpeza en el hablar, además su curioso modo de andar también llama mucho la atención a quienes les observan.
Solo con ver al famoso personaje de Walt Disney, Pato Donald, cuyo pico achatado y patas palmeadas se ha hecho celebre en el mundo entero, a diferencia de sus compañeros que no son sino ratones, perros y caballos; sobresale su incapacidad de hablar con claridad como lo hacen los demás personajes.
Hecho tan marcado y llamativo, el cual, en la enciclopedia de los símbolos de Udo Becker, expone:
“En las representaciones más antiguas de patos en los portales de las iglesias cristianas simbolizaban la garrulería de los parlanchines, que deben abstenerse de entrar en el templo”.
Parece que, desde siempre, el parpar tan característico de esta ave ha sido objeto de burla para los hombres. Por otro lado, en algunos contextos, traer a colación al pato indica que alguien va a cargar con culpas ajenas o colectivas, es decir, va a ser quien pague el pato.
Lo que nos hace pensar en otro relato de aquellas mentes antiguas y el debate realidad – magia, donde el mito y la leyenda explicaban la realidad del mundo.
Cada viernes santo, dos hermosos patos de oro se posaban sobre una enorme piedra dentro del caudal del rio Fonce, Colombia, a beber agua hasta saciarse.
Un cazador furtivo llevaba años, supervisando el recorrido de los patos de oro, y uno de tantos viernes santos, se apostó en las cercanías de la enorme piedra del río con una escopeta lista para asestar el disparo y quedarse con el botín de sus doradas plumas. Mas erró el primer disparo y las nobles criaturas alertadas por el sonido, saltaron al agua con presteza y se refugiaron bajo la enorme piedra para nunca más salir de debajo de ella.
Se dice que cada viernes santo, los patos en venganza por el corazón ambicioso del cazador, cobran la vida de un alma igualmente contaminada, que al bañarse en las aguas del río Fonce, va a encontrar su desventura bajo un remolino succionador de la misteriosa Piedra del Pato. [Referencia]
La leyenda cuenta que hace muchos años vivía una princesa encantada convertida en pato en las mazmorras del castillo de los Ostrogski, se decía que ella podría hacer rico a aquel que lograra encontrarla.
Muchos valientes lo intentaron, pero en la noche de San Juan, un joven zapatero fue hasta las mazmorras del palacio y se encontró con el pato de oro, que le prometió muchas riquezas con la condición de que gastara todo en un solo día sin regalarle nada a nadie.
El humilde zapatero, cuando estaba a punto de pasar la prueba, sintió piedad por un joven soldado a quien le regaló el último ducado que le quedaba por lo que inmediatamente perdió todo lo que había comprado. Entonces comprendió que no es el dinero lo que da la felicidad, sino el trabajo y la salud. [Referencia]
Lenguaje simbólico de Pato.
La simbología del pato hasta ahora nos ha mostrado dos significados diferentes, esto no quiere decir que no sean complementarios, pero si disparejos.
Por un lado, lo torpe y gracioso mientras que por otro bonachón y simpático. Ambos firmemente representados en esta peculiar ave.
En el antiguo Oriente, sobre todo en China, el pato o mejor dicho la pareja de patos simboliza la fidelidad conyugal – costumbre de nadar juntos – y hasta la fecha se ofrece una pareja de patos a modo de amuleto a los recién casados.
En relación a esta costumbre, el pato, nos muestra que la persona en cuestión estará inmersa en un excelente clima afectivo, que su vida sentimental no tendrá complicaciones será armoniosa, y que de él se desprenderán un sentimiento de paz, una impresión de estabilidad, que no será fingida. Y lo que es más, este individuo con cierta experiencia en la vida o simplemente, con sensatez, siempre tendrá buenos consejos que dar.
En Egipto, el pato habitualmente era empelado para el sacrificio de rituales y además su jeroglífico Sa Ra (Hijo de Ra) representaba un título real que se escribía con el signo de pato (hijo=sa) y el dios solar de Ra. Este título se conoce como nomen y se introdujo en la titulatura real en la dinastía IV y destacó el papel de rey (o reina, para el que se adaptaba) como representante e hijo de Ra. Normalmente con este nombre nos referimos a los faraones, añadiéndoles ordinales para distinguir a los individuos con el mismo nombre.
Por consiguiente. El pato anuncia una situación sana, apacible, estable, una vida tranquila, un futuro que promete ser feliz. Si vas a realizar un acuerdo, unión o asociación, la aparición de esta ave te dará todas las garantías de éxito total y próximo.
Reflexión sobre el simbolismo del Pato.
Imagina por un momento que el simbolismo del pato entra a tu mente y por un momento te transformas en un pato.
Espero que no empieces a pelear con el paují, más bien busca esas cualidades maravillosas que a todos nos faltan en nuestro día a día: estabilidad, tranquilidad y un futuro prometedor…. Ahora reflexiona:
¡creo que nos falta mucho de pato en nuestras vidas! No crees…
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