Símbolos, mitos y leyendas

La Lechuza

Ave del Conocimiento y Saber Ancestral

Lechuza es el nombre común de varias aves del orden de las estrigiformes o rapaces nocturnas. Habitualmente designa especies que, a diferencia de los búhos, no tienen plumas alzadas que parecen orejas.

El Diccionario de la lengua española describe como lechuza una especie que claramente es Tyto alba, la lechuza de los campanarios. Sin embargo, considera que algunas aves de la familia Strigidae son parecidas a la lechuza, por ejemplo, en los lemas «autillo» (Otus scops), «nuco» (Asio flammeus), o «pequén» (Athene cunicularia).
El nombre de esa ave rapaz nocturna tiene una base etiológica: en romance castellano del siglo XIII, el nombre de este animal era “nechuza” y derivaba del término aún más antiguo “nochuza”.

La palabra nechuza se alteró en lechuza por influjo de la superstición antigua de que la lechuza gustaba de echarse sobre los niños de teta como si los amamantara. (J. Corominas, etimólogo).

La lechuza tiene los oídos a diferente altura. De esta manera, y en combinación con su disco facial, es capaz de triangular la posición de algo en función del sonido. Este fenómeno se llama ecolocalización.

La lechuza común se extiende por casi todo el mundo. Solo falta en regiones muy frías (por ejemplo, el Ártico) y en puntos desérticos o excesivamente áridos.

Tampoco se la puede ver en algunas islas del Pacífico, en casi toda Indonesia o al norte de los Himalayas. Está presente en Europa, excepto Escandinavia e Islandia. De hecho, es la única especie de la familia Tytonidae -titónidos- presente en Europa.

La lechuza se asoció a la noche y por consiguiente a la Luna y aunque sea cierto que al tener hábitos nocturnos y un sonido que podría parecer un bufido humano, se las ha asociado a los malos augurio pero también hay culturas que las identifican con cuestiones más agradables como, por ejemplo, la sabiduría o para los aztecas, así como para los antepasados de la civilización inca, simbolizaba la Casa del Día.

El servicio postal de la saga de Harry Potter no solo está basado en lechuzas sino en toda clase de rapaces nocturnas. De hecho, la ‘lechuza’ del mago más famoso del siglo XXI, Hedwig, es en realidad un búho nival.

Cuando se representa a una lechuza como símbolo de adivinación o clarividencia, tenemos que distinguir la lechuza del autillo. La Lechuza vela por los vestigios del pasado, por consiguiente, por el conocimiento y el saber ancestrales, los cuales este animal es susceptible de transmitir a quien le corresponda, mientras que el autillo tiene el papel de guardián de la noche, que protege al hombre de los demonios o le advierte si estos se manifiestan o le ponen en peligro.

Palabras asociadas a las Lechuzas: sensatez, vigilancia, presentimiento, reflexión, meditación, soledad y perspicacia. Inquietud, miedo, terror, cambio radical y final de una situación.

Los augurios de la Lechuza.

Evolutivos: Tendrás un buen presentimiento. Te mostraras muy lúcido. Adivinaras los pensamientos de los demás. Darás o recibirás excelentes consejos.

Regresivos: Estarás inquieto, atormentado, angustiado, a lo mejor sin una razón concreta (deberás tomar conciencia)

La lechuza bajo el punto de vista de relacionada a la personalidad humana nos habla de una personalidad atenta, receptiva y prudente. Aunque se supone que debe sembrar el miedo, por su hábitos nocturnos y espeluznante canto, sin embargo, la persona que nos muestra es por lo general un clarividente o portador de información importante o de una revelación, puede significar el principio de una toma de conciencia.

También representa a un individuo que vive solo, una persona lucida, con cierta experiencia o que ha llegado a la madurez.

Ahora, en relación a los acontecimientos o circunstancias. La Lechuza, nos incita a la prudencia y a la vigilancia.

Indica una situación que requiere ser vigilada de cerca y con relación a la cual hay que estar siempre atentos, como su vuelo “lento y silencioso”, en estado de vigilia constante y al acecho de la mínima evolución.

La lechuza invita a la reflexión y casi siempre advierte sobre algún trastorno o cambio radical, por ello, es conveniente relajarnos, calmarnos y no temer los cambios en nuestra vida, por más sorprendentes que sean. Esta actitud permitirá anticiparse al acontecimiento en cuestión y actuar de forma preventiva, preparándose para ello. Puede tratarse de un cambio que provoca cierto terror; pero que al final tendrá efectos positivos, ya que nos obligará a ponernos en duda.

También podría interpretarse como inquietudes y temores sin fundamento, o anunciar el fin de una situación que nos angustia, pero que parece inevitable.

El concepto de empatía proveniente del griego “empátheia” significaba pasión, afectado, emocionado, aquel que se apasiona internamente o expuesto a sus pasiones, fue empleada por Galeno con un valor de dolencia o enfermedad y después a principios del siglo veinte por la psicología quien modifico su significado.

Según el sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin la empatía es un concepto único y relativamente nuevo en el vocabulario de cualquier lengua humana hasta ahora hablada, y se empieza a emplear apenas en el año 1909. Aunque existen conceptos similares a la empatía como compasión o altruismo, ninguno de estos ofrecen la significación precisa de lo que se quiere expresar cuando en la actualidad se emplea el término “empatía”. Cuando se habla de empatía se hace referencia a una habilidad tanto cognitiva como emocional o afectiva del individuo, en la cual este es capaz de ponerse en la situación emocional de otro.

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