El trastorno de deseo sexual hipoactivo se caracteriza por no tener deseo sexual (o tener muy poco) y estar preocupado al respecto.
Si te suena familiar, no te preocupes, puesto que es un trastorno sexual muy común, ya sea de manera crónica o por épocas. Cuando esto ocurre, no tienes fantasías sexuales ni te interesa responder a insinuaciones sexuales; es más, las evitas.
Este trastorno del deseo sexual suele ser síntoma de depresión, problemas de imagen corporal, problemas de pareja, estrés, trauma de abuso sexual, niveles bajos de hormonas, entre otras cosas.
Afortunadamente, este trastorno es tratable.
La solución depende mucho de la causa, pero puede incluir ejercicios de Kegel, terapia de pareja, meditación, abstinencia alcohólica y de drogas, ejercicio, y distintos medicamentos. (lifeandstyle)