La espiritualidad se basa en una apreciación de que el mundo que detectamos a través de nuestros cinco sentidos no es la última realidad, sino que es una manifestación solida de la energía que conforma al universo.
Los objetos que parecen sólidos no son tan sólidos como pensamos que son.
Ya en la antigua Grecia uno de los primeros filósofos ya había comprendido esto y noto que todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos es simplemente una expresión de ideas universales o ‘Formas’. Estas son entidades independientes que existen ya sea que seamos o no conscientes de ellas y seamos capaces de captarlas con la mente.
Durante más de dos mil años, la teoría de Platón fue solo eso, una teoría, y no se pudo demostrar de una forma u otra. Pero a principios del siglo XX, los científicos lo verificaron cuando los físicos cuánticos descubrieron una ‘sustancia’ o ‘energía’ a partir de la cual se forman todas las cosas físicas. En otras palabras, el universo no es sólido en absoluto. Está hecho de energía, y tú también.