Guilia Tofana (1653-1723)

Fue una asesina profesional a la que se le atribuye la creación del Aqua Tofana, un veneno requerido en la época, muy letal que no dejaba rastro en sus víctimas.

Las referencias históricas sobre la vida de Guilia son contradictorias, aunque se sabe que en algún momento entre la segunda mitad del siglo XVII y comienzos del XVIII fue acusada de vender un poderoso veneno que sirvió para asesinar a más de 600 varones en Italia y aun hoy en día, se discute si la célebre Aqua Tofana no fue la responsable de la muerte del compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

Las escasas fuentes que intentan datar la fecha de nacimiento y muerte de esta asesina conocida popularmente como “La Toffana” parecen referirse a dos personas diferentes. Aunque los trabajos más serios sugieren que nació a mediados del siglo dieciséis y que su punto de partida como asesina profesional fue la ciudad de Nápoles.

En 1650, envenenar ya sea bebidas, comida prendas de ropa y joyas se convirtió en un arte cultivado por los alquimistas a quienes la Inquisición perseguía. Lo más asombroso es que muchas mujeres atestiguaron bajo confesión que habían envenenado a sus esposos con un poderoso elixir.

Los rumores llegaron a oídos del papa Alejandro VII y ordeno investigarlos ante la proliferación de jóvenes viudas en Roma y en otras ciudades.

La investigación arrojo la acusación de los asesinatos a Girolama Spera, una mujer que vendía su pócima con la imagen de San Nicolas de Bari mezclada entre cosméticos, a modo de cobertura.

Girolama era hija de Guilia Tofana “La Toffana” y en base a esto se puede determinar que el comienzo de la comercialización del veneno inicio con Teofanía di Adamo, madre de Guilia, quien habría asesinado a su marido. Razón por la cual se le atribuye a Teofina en algunas versiones el haber creado el Aqua Tofana quien llegada a su heredera amplio el mercado de su producto.

En 1659, cinco mujeres fueron ahorcadas en una plaza de Roma por envenenar a centenares de personas. En este episodio histórico se incluye el fin incierto de las vidas de Guilia y Girolama.

En otra versión se dice que su muerte se produciría en 1721 cuando las autoridades acusaron a “la Toffana” por envenenar los pozos, razón por la cual fue torturada y ahorcada a la vista de la multitud.

La fama del veneno se inmortalizo por las innumerables continuadoras de la tradición, llamadas tofanas por el recuerdo que dejo Guilia y las 600 muertes que confeso bajo tortura, se habían producido en un lapso inferior a dos décadas, lo que da un aberrante promedio anual.

La fórmula del Aqua Tofana era muy sencilla de producir, sin embargo, muy innovadora para su época. Se trataba de una fuerte solución de arsénico disuelta en aqua cymbalariae, aunque también se afirma que contenía antimonio, plomo y hasta pequeñas dosis de opio. Con eso la víctima no presentaba ningún rastro de haber sido envenenado, por lo que el asesinato quedaba impune.

Guilia Tofana fue una de las peores asesinas de la historia, aunque también puede ser considerada como vengadora del género femenino, siendo que en la época en la que los matrimonios eran un negocio familiar, el divorcio no existía y las mujeres eran con frecuencia maltratadas y oprimidas.

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