Cuantas veces hemos oído alguna anécdota o crítica constructiva que, al cabo de un tiempo, cuando se vuelve a escuchar, esta no tiene nada que ver con la versión que habías escuchado anteriormente.
Esto, también sucede cuando existe una verdad. Todos quieren conocerla, pero reciben la versión de la versión de la versión de la verdad.
Me gustaría contarles la siguiente historia que nos explica perfectamente este hecho.
Cierto día, un campesino fue a visitar al maestro Sufí.
Atraído por la gran fama de este y deseoso de ver de cerca al hombre más ilustre del país, le llevó como regalo un magnífico pato.
El maestro, muy honrado, invitó al hombre a cenar y pernoctar en su casa.
Comieron una exquisita sopa preparada con el pato. A la mañana siguiente, el campesino regresó a su campiña, feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante.
Algunos días más tarde, los hijos de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa del gran maestro Sufí. – Somos los hijos del hombre que le regaló un pato.
Fueron recibidos y agasajados con sopa de pato.
Una semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta del sabio Sufí.
¿Quiénes son ustedes? pregunto el maestro.
Somos los vecinos del hombre que le regaló un pato.
El maestro empezó a lamentar haber aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invitó a sus huéspedes a comer.
A los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad al sabio sufí. – Y ustedes ¿Quiénes son? pregunto el maestro.
Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regaló un pato.
Entonces el maestro hizo como si se alegrara y los invitó al comedor.
Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera llena de agua caliente. Lleno cuidadosamente los tazones de sus invitados.
Luego de probar el líquido, uno de ellos exclamó:
Pero… ¿qué es esto, noble señor? ¡Por Ala que nunca habíamos visto una sopa tan desabrida!
El maestro sufí se limitó a responder:
– Esta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos del hombre que me regaló el pato.