Es un ave original de Asia y de la cual existen diferentes especies. La que se encuentra en Europa la importaron los romanos. Se distingue por su cola larga, las alargadas plumas de su cuerpo, su cabeza verde oscuro y su cuello blanco.
Especie de la familia de las gallináceas, el macho es un gallo y la hembra, menor una gallina. Entre abril y junio pone de 8 a 16 huevos.
El Faisán se alimenta básicamente de grano, pero también le gusta comer insectos que elimina en grandes cantidades.
Su nombre proviene del griego phasianos ornis, es decir pájaro de Phase, siendo Phase la región de Grecia donde, según la leyenda, los Argonautas lo descubrieron por primera vez.
El faisán ocupa un lugar mítico e importante es Asia, siendo su danza y su canto nupcial, espectaculares, que le han hecho pasar a la historia como la encarnación del despertar cósmico del yang, que se manifiesta en primavera, las fuerzas luminosas y solares que anuncia la llegada de su supremacía.
Según los chinos, cuando llega el invierno, el faisán yang se transforma en serpiente yin, y así marca, pues, el ritmo de las estaciones de la Tierra y de la vida en el universo.
Por esa razón, los primeros arquitectos de las antiguas pagodas representaron los techos de los templos con forma de alas de faisán, aludiendo a dicho principio universal.
El Faisán alude a un ser de carácter independiente, pero no menos consiente de sus responsabilidades. Se trata de una persona que sabe lo que quiere, pero que va a la suya y no le gusta que le digan lo que tiene que hacer o que interfieran en sus asuntos.
Se revela a menudo sociable y solitario con los demás, pero indomable e imprevisible. Este augurio anuncia también, la repentina e inesperada llegada de un individuo que seguramente todavía no conocemos y que será la causa de un trastorno o un cambio importante, o que nos aportará una solución inesperada a un problema.
El lado negativo del faisán se refiere a un personaje poco recomendable, manipulador o maquiavélico, que engaña, dispuesto a cualquier compromiso para conseguir sus fines y de quien corremos el riesgo de ser víctimas si no lo vigilamos.
En cuanto a las circunstancias de la vida, el faisán, anuncia un trastorno saludable, un cambio repentino pero feliz y liberador, un alivio, una salida inesperada, una situación que se desbloquea gracias a una evolución imprevista de las circunstancias.
Igualmente puede indicarnos un momento en el que adquirimos una mayor independencia, ya sea en la vida personal o profesional.
Las circunstancias negativas que avisa el faisán se refieren a crisis pasajeras pero inevitables, de la que no sacaremos ninguna solución. Puede indicar una actividad problemática o trabajos que ejecutemos en condiciones insatisfactorias de las que querríamos liberarnos. Finalmente, puede revelar una situación engañosa o advertirnos del riesgo que corremos de ser engañados.
Las palabras asociadas al Faisán son: independencia, encuentro inesperado, trastorno saludable, cambio repentino, beneficio. Crisis, conflicto, engaño, timo o estafa.
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